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¿Te mareas en barco?

¡Qué vergüenza! Estaba viajando como invitada especial en un ultra lujoso barco, tenía a mi disposición la mejor suite de la nave y me estaban dando un “pampering” que me hacía sentir como en una nube. Adivina, ¿qué me pasó? De los doce días de viaje estuve tres tan mareada que me perdí una invitación especial del capitán, una cena con los altos oficiales y otras tantas actividades durante el primer día completo de navegación. Como resultado todo el mundo se dio cuenta de mi malestar, el mayordomo de mi habitación se desvivía buscando remedios naturales para que me sintiera mejor, y con solo poner un pie fuera de la suite, todo el mundo preguntaba, ¿cómo te sientes hoy?
Al cuarto día, luego de haber probado estrategias naturales, me dije esto se acabó. Tuve que romper mi promesa de  no tomar medicamentos, porque era eso, o seguir sintiendo que moría. Todavía estábamos en puerto cuando tomé una de esas pastillas anti mareos que resultó milagrosa. Al empezar a navegar, estaba como en mis mejores tiempos, más estable que en una buena carretera y pude disfrutar a plenitud esa noche y el resto del tiempo en que navegamos.
Nunca encontré explicación que me convenciera, excepto que el mar estaba en esos días tan fuerte que hundió un yate muy cerca de nosotros. He viajado docenas de veces en barco, mi modo favorito de vacacionar, y esta era la primera vez que algo tan grave me sucedía. Estoy consciente de mi sensibilidad al movimiento, esa que me hace que de solo ver una montaña rusa, siento que me mareo. Pero lo juro, en los barcos me siento como pez en el agua.
Sin embargo el indeseado “Mal de Mer” no es una condición rara. Al contrario, muchas personas se marean, algunas por situaciones médicas y otras que por miedo o sugestión, piensan que el mareo en el mar es inevitable. Esto a pesar de la avanzada tecnología y los sistemas de estabilizadores con que están capacitadas todas las naves modernas.
Si vas en barco y piensas que podrías marearte toma tus precauciones para que disfrutes esa divina experiencia a plenitud. Estas son algunas recomendaciones:
*Puedes optar por medicamentos anti mareos clásicos como Dramamine o Bonine, tomándolas antes de abordar según instrucciones. Hay opciones de estas que no dan tanto sueño. Los parchos de escopolamina son muy populares también, se ponen detrás del oído y su efectividad dura hasta tres días, pero además de que son con receta, algunas personas dicen sentir efectos secundarios incluyendo resequedad en la boca y visión borrosa. SIEMPRE consulta a tu médico si tienes dudas y pregunta qué hacer con niños pequeños. Si no los llevas en tu equipaje podrías conseguir algunos de ellos en el barco.
*Si quieres evitar medicamentos, prueba alternativas naturales como las banditas de acupresión que se ponen en las muñecas. No son muy estéticas y hasta hay quienes dicen que les afean su vestuario, pero te aseguro que funcionan muy bien y pueden ser usadas hasta por niños. Las puedes conseguir en farmacias y no requieren recetas.
*Un remedio clásico que te ofrecerán de inmediato en el “room service” son galletas de soda, manzanas verdes y jengibre. De esto último puedes llevar en tu maleta hasta caramelos que puedes conseguir en tiendas de productos naturales.
*Siempre ten presente no comer mientras tengas náuseas, especialmente evitar dulces, alcohol y grasas. Mirar un punto fijo en el horizonte también te ayuda; si es de día evita acostarte pues caminando sentirás menos el movimiento de las olas y es buena idea salir a uno de los decks exteriores si el tiempo es agradable.
Algo que no falla contra ese o cualquier malestar es no enfocarte en él, hacer lo posible para solucionarlo, incluso visitar el médico del barco si es necesario, y no dejes que eso te arruine el viaje. Moraleja: No esperes los tres días que yo esperé para tomar el médicamente recomendado si piensas que no afectará otras condiciones de salud que puedas tener. Disfruta tu experiencia de principio a fin.

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