Debido al aumento en los casos de COVID-19 en los Estados Unidos, así como a un aumento de los casos en Las Bahamas, el Ministerio de Turismo y Aviación de Las Bahamas cerró la frontera con Estados Unidos. Esto incluye los vuelos comerciales internacionales y las embarcaciones comerciales que transportan pasajeros desde los Estados Unidos.
Además, Bahamasair , la aerolinea nacional de Las Bahamas, cesó los vuelos salientes hacia los Estados Unidos.
Los vuelos salientes podrán acomodar a los visitantes actuales programados para regresar a los Estados Unidos.
Es importante saber que se permitirán vuelos privados y charters desde los Estados Unidos, así como embarcaciones de recreo y yates, y los viajeros procedentes de Canadá, el Reino Unido y la Unión Europea están exentos de la orden de emergencia. Se requiere que todos los visitantes presenten una prueba negativa de COVID-19 RT-PCR de un laboratorio acreditado, tomada no más de 10 días antes de la fecha del viaje.
Desde que abrió las fronteras a los viajes internacionales el 1 de julio, Las Bahamas ha experimentado un deterioro en las condiciones relacionadas con coronavirus. Estas restricciones se han implementado para proteger la salud y el bienestar de los residentes y visitantes, y para prevenir la propagación del virus en Las Bahamas.
La reapertura de las fronteras continuará siendo monitoreada y guiada por el gobierno de Las Bahamas y los funcionarios de salud, a base en las tendencias de COVID-19.
Los viajeros que lleguen de Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Panamá, Paraguay, Perú y Venezuela deben tener vigente un Certificado Internacional de Vacuna contra la Fiebre Amarilla emitido al menos 10 días antes de llegar a las Islas de Las Bahamas.
Los pasajeros que se detengan durante más de 12 horas en Panamá o en cualquiera de los países mencionados anteriormente también deben tener el certificado internacional de vacuna contra la fiebre amarilla.