En estado de shock y de incredulidad pude ver cómo se derrumbaba la famosa “aguja” o torre de la catedral Notre Dame de Paris, sede de la arquidiócesis de la ciudad. Hay que destacar que aunque la catedral es católica, ese fue uno de los momentos en que personas de todas las religiones y de todo el mundo, se unieron en un solo lamento viendo cómo avanzaba el incendio que amenazó con destruir en su totalidad a una de las atracciones más visitadas de París y de todo el mundo.
Como millones de personas alrededor del mundo, seguí muy de cerca el incendio de la Catedral de Notre Dame, de París, sin despegarme un minuto del televisor y las redes sociales.
La catástrofe fue inmensa, pero a un día del incendio, asoman algunas buenas noticias. La corona de espinas de Jesús, un clavo de la cruz y la túnica de lino del rey San Luis, tres de las reliquias religiosas más grandes que albergaba, están a salvo. También lo están muchos de los otros tesoros que albergaba, gracias a que debido a la remodelación que se estaba haciendo (y que aparentemente fue la responsable de desatar el incendio), se habían sacado días y semana previos, muchas de las obras de arte que tenía.
Además otra buena noticia, es que la estructura no se perdió en su totalidad; se derrumbó también una parte del techo y todavía se evalúan daños. Pero al mismo tiempo está la promesa del presidente francés, Emmanuel Macron, de que Notre Dame será reconstruida. ¿Cuánto tiempo pasará? No se sabe, pero ya empezó una recolección de fondos millonaria para esos fines y dentro de las cenizas asoman algunos rastros que fomentan la fé de los creyentes, entre ellas la cruz dorada del altar principal, aparentemente intacta.
De las consecuencias del incendio además de perder el aguja, se sabe que los tres rosetones, que representan las flores del paraíso y fueron construidos en el siglo XIII, no sufrieron daños irreparables, y que el órgano principal, y uno de los más famosos del mundo, con cinco teclados y ocho mil tubos, quedó intacto. Mucho del mobiliario también se podrá recuperar, aunque algunos sufrieron daños por el agua y por ahora el esfuerzo es en garantizar la seguridad del edificio y rescatar la mayor cantidad de obras de arte posible.
De la reconstrucción, que seguro tomará muchísimo tiempo, se hablará por largo rato. Pero mientras tanto, la recordaremos majestuosa y seguiremos agradecidos de haberla podido visitar en varias ocasiones, de ver su maravilloso altar, sus 37 estatuas de Nuestra Señora y su inolvidable e impactante aguja.
Aquí te dejamos fotos y algunos de sus datos, mitos y leyendas más importantes.
Construida en 1163 por encargo del obispo de la ciudad, Maurice de Sully, y estrenada en el siglo 13, Nuestra Señora de París es consideraba una obra maestra del arte gótico. Aunque tuvo daños durante la Revolución Francesa de 1789, (en esa época fue transformada en Templo de la Razón), sobrevivió a esa y otras guerras, como la Primera y Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo y en pleno siglo 21 no solo no se pudo evitar el incendio, sino que se propagó rápidamente. Eso sí, al momento de incendiarse se oficiaba la misa de la tarde y se pudo desalojar a todos los presentes y empleados, sin víctimas que reportar.
La Catedral de Notre Dame es el monumento más visitado de Francia y recibía unos 13 millones de turistas al año. Las autoridades de la iglesia enfatizaban siempre en que no se podía olvidar que era un lugar de oración.
Allí habían capillas más privadas, para quienes iban a orar, oficiaban misa diariamente y se podía prender velas a los santos.
Para unos las gárgolas eran solo toque cosmético, pero para algunos, eran las que protegían la catedral. Estas fueron retiradas por la remodelación pocos días antes de desatarse el incendio. ¿Casualidad?
También la leyenda les atribuye que cuando Juana de Arco fue quemada en la hoguera, se despertaron y al otro día amanecieron muertos en París, todos los que pudieron ayudar a Juana de Arco y no lo hicieron.
Dentro de los momentos importantes allí estuvieron la coronación de Napoleón Bonaparte, beatificación de Juana de Arco en el año 1909 y misas póstumas para presidentes franceses y personalidades como Charles de Gaulle y Francois Mitterrand.
Notre Dame está ubicada en una isla, la “Isla de la Cite”, alrededor del Río Sena y marca el “punto cero” de Francia.
Está localizada justo frente al Barrio Latino de París, muy cerca de la Universidad de la Sorbona, y de otras atracciones como el Museo del Louvre. Además, a unos 45 minutos caminando de la Torre Eiffel.
El Jorobado de Notre Dame
La literatura y en particular la novela de Víctor Hugo, Nuestra Señora de París, también han sido parte importante en la fama de Notre Dame. Según la obra publicada en 1831, Quasimodo se encargaba de las campanas de las torres del campanario, y desde allí se tejió la romántica historia con la bella Esmeralda y el hombre deformado por la joroba. Se dice que el autor se inspiró en un empleado jorobado para hacer su personaje. Disney lo llevó a la pantalla grande El Jorobado de Notre Dame, en 1996, inspirado en esa historia.