Los pasajeros del MS Zaandam han vivido una verdadera odisea en el mar. Luego que el crucero saliera de Argentina el pasado 7 de marzo y no pudiera atracar en puertos de Suramérica, la embarcación fondeó en un anclaje en aguas panameñas el viernes 27 de marzo para esperar la asistencia del buque Rotterdam, que es de la misma empresa. A bordo hay cientos de pasajeros y miembros de la tripulación con síntomas de influenza, además hay dos casos confirmados de coronavirus Covid-19 y hay cuatro pasajeros fallecidos, aunque no se ha confirmado que sea por coronavirus.
El MS Rotterdam hizo contacto con el Zaandam el viernes 27 de marzo para coordinar la transferencia de pasajeros que no presentaban síntomas, la entrega de suministros médicos y aprovisionamiento, esto después de seguir estrictos protocolos en conjunto con el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés).
De acuerdo a la información suministrada por las autoridades del Canal de Panamá, en horas de la tarde del sábado 28 de marzo, el Ministerio de Salud (MINSA) emitió el permiso para el tránsito del MS Zaandam a través del Canal de Panamá, por razones humanitarias y bajo condiciones extraordinarias. Esta autorización fue dada tras recibir información de la condición sanitaria del barco, incluyendo la muerte de cuatro pasajeros.
El traslado de pasajeros continuó el sábado, así como operaciones de abastecimiento de suministros, las cuales se completaron este domingo 29.
También ayer sábado, el Canal de Panamá autorizó al MS Rotterdam para transitar la ruta acuática bajo el mismo protocolo establecido por el MINSA para el MS Zaandam, permitiendo el paso de un buque después del otro.
El transitar por el Canal de Panamá le representará a ambos buques 2.5 días menos para llegar a un puerto en el Atlántico de los Estados Unidos. El MS Zaandam había reservado el 5 de abril de 2018 un cupo para transitar por la vía interoceánica el 1 de abril de 2020.
El Canal de Panamá ha tomado medidas sanitarias extremas para transitar ambos buques, incluyendo el uso de las esclusas neopanamax, lo que significa reducir al mínimo el número de colaboradores involucrados en el tránsito.
Pero todavía no acaban todos los problemas para estos pasajeros que han tenido una pesadilla en lo que debió ser un viaje de ensueño. Ahora las autoridades de Ft. Lauderdale, Florida, que es a donde se supone que lleguen los barcos, han dicho que no están listos para recibirlos ya que temen que pueda contribuir a la propagación del coronavirus Covid-19. Igualmente el gobernador de la Florida, Ron De Santis también se opone.