La experiencia de los barcos de río es una completamente distinta a viajar por los mares. Para empezar estos barcos son mucho más pequeños y con una capacidad promedio entre los 130 y los 150 pasajeros. Aunque anteriormente se pensaba en barcos de río como sinónimo de incomodidad, ese concepto es cosa del pasado. Los modernos tienen todas las facilidades, cómodas cabinas y son naves equipadas con lo último de la tecnología.
Vamos a repasar contigo las diferencias que hacen que los viajes en barcos de ríos sean travesías fuera de serie.

Los itinerarios. Al navegar por ríos, los barcos “se pasean” casi por el mismo centro de las ciudades, lo que hace que desembarques y estés justo en el medio de la acción, a diferencia de la mayoría de los grandes puertos de crucero.  Además mientras navegas puedes ver de muy cerca muchas de las atracciones circundantes.
En Europa, por ejemplo, cuando navegas  por el Río Rin y Mosela (Mosel), puedes visitar diferentes países y ciudades importantes como Amsterdam, Holanda y Luxemburgo, entre otras. Puedes disfrutar de la belleza de los más impresionantes castillos medievales, de pintorescas ciudades y villas alemanas. También puedes navegar por el Danubio en Viena, por el Po en italia,  el Sena en Francia,  y los ríos rusos entre otras opciones además de Vietnam y ríos de Africa, Norteamérica y Sudamérica.

Las excursiones terrestres. Muchos barcos de ríos tienen excursiones terrestres gratuitas en las ciudades visitadas, con guías expertos que ofrecen charlas de la historia de la región, salpicadas con anécdotas y curiosidades; los viajeros quedan satisfechos por la calidad de las excursiones. A eso hay que sumarle el que tambien tienen bicicletas para quienes deseen recorrer los destinos pedaleando, también sin costo, de manera independiente o guiadas.

El trato personalizado. Al ser barco pequeños, interactúas de manera directa con los miembros de la tripulación, que te reconocen de inmediato. Pero además estos barcos invitan a la tertulia, a compartir más con otros pasajeros y a participar de las actividades a bordo.

 
 
 
 
 
 
 
La estabilidad. Aquí no hay mareos. Aunque navegar por ríos es impresionante, los barcos no están sujetos al vaivén de las olas, lo que hace de estas experiencias agradables y relajadas. Aun cuando ves otros barcos que pasan muy cerca y de manera contínua, la estabilidad de tu barco no se afecta y puedes disfrutar plácidamente de las cubiertas exteriores si el tiempo lo permite.

Las instalaciones. Es una realidad que todavía no hay semejanza con los impresionantes barcos construidos para navegar por mar. Los de río siguen siendo pequeños y las cabinas típicas son de menor tamaño que si vas en uno de mar. Usualmente hay uno o dos salones de entretenimiento, uno o dos restaurantes y salas de estar más mucho más pequeñas.

Los modernos, tienen todas las comodidades: cabinas completamente equipadas con televisor plasma, baños lujosos, balcón francés y algunos completos, un pequeño gimnasio, servicios de spa, una tienda de souvenirs y un gran restaurante, con amplios ventanales para disfrutar del paisaje donde sirven las tres comidas en turnos fijos. La cena generalmente es una experiencia gourmet complementada con vinos de las regiones visitadas, también gratis. Todo el barco incluyendo las cabinas están equipados con Wi-Fi y el internet es gratuito. Por todo esto se dice que los barcos de río son un “todo incluido”. ¡Todo un lujo al navegar!

Las travesías en un barco de río son ideales para viajeros adultos experimentados que buscan descubrir destinos con historia y experiencias relajadas. Idealmente deben ser viajeros activos pues estos viajes por destinos europeos requieren de largas caminatas, pero dentro de las excursiones terrestres también.

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