Muchos viajeros asocian los cruceros con la buena comida, y tienen toda la razón. A ellos se va a comer muy bien, pero esto no es sinónimo de que debes engordar. Tal vez un par de libritas no sean un pecado, pero muchos pasajeros aumentan cinco o más libras de peso durante un viaje de una semana.
Esto quiere decir que tienes que cuidarte, y hay muchas medidas que puedes tomar para disfrutar, comer bien y no pasarte de la raya. Algunas son:
Si acostumbras a ejercitarse, continúa mientras viajas. Usa el gimnasio, que siempre es gratis, camina o corre en las cubiertas del barco designadas para ello, y sube y baja escaleras (encontrarás bastante en los barcos).
Trata de mantener tu horario regular de comidas. No comas tarde, especialmente si no estás acostumbrado. El que te lleven la comida gratis a tu cabina, no quiere decir que debes comer pizza todas las noches, helados o un pesado “snack” para luego ir al comedor.
Puedes darte un gusto comiendo algo que no acostumbras. Por ejemplo, tocineta, un par de huevos fritos o un postre. Pero eso no debe ser todos los días.
Evita las bebidas que tienen muchas calorías y azúcar. No sólo debes cuidarte de las cervezas, sino de las sodas y de las batidas o “smoothies.” Muchos de los “cocteles del día” tienen alto contenido calórico.
Las hamburguesas, tacos, pizzas y “hot dogs” son comida, no meriendas. En los barcos los sirven en las terrazas cerca de las piscinas y los viajeros acostumbran a comerlas entre comidas. ¡Cuidado con eso! Meriendas pueden ser frutas, café con un par de galletitas, té, helados (los hay de dieta) y ensaladas variadas.
Si llevas alguna dieta, no tienes que romperla. Ya son parte del menú regular los platos vegetarianos y bajos en caloría o en sodio, pero si tienes un requerimiento especial, pídelo a la línea de cruceros o a tu agente de viajes antes de embarcar.
Si tienes presupuesto, aprovecha. Encontrarás a bordo de la mayoría de barcos, nutricionistas, entrenadores personales y acupunturistas, que te ofrecerán consultas y guía de seguimiento para que continúes tratamiento al llegar a casa. Esto tiene costo adicional aunque a veces ofrecen conferencias gratis con muy buenos consejos.
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Author
Gregorio Mayi