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Ruinas del Santuario de Olimpia. Foto Gregorio Mayí.

El Santuario de Olimpia se extiende desde los pies del Monte Crono entre el río Alfió y el afluente Kladeo en la parte Oeste del Peloponeso. El lugar ahora está más de moda que nunca ya que fue allí donde se celebraron los primeros Juegos Olímpicos de la historia en el año 776 AC, para luego hacerse cada cuatro años, en honor a Zeus.
Vista parcial del Estadio Olímpico en Olimpia. Foto Gregorio Mayí.

Hoy puedes ver las ruinas del primer Estadio Olímpico, del gimnasio y la Palestra, (que era la escuela de lucha libre) si llegas al puerto de Katakolon. Ese puerto griego se visita en algunos cruceros que hacen la travesía por el Mediterráneo.
En el puerto de Katakolon puedes alquilar un auto. Foto Gregorio Mayí.

En menos de una hora en auto llegarás a  Olimpia, y desde el puerto puedes alquilar uno para conducir tú mismo, (la carretera es cómoda, segura y es fácil llegar a Olimpia), tomar un autobús, que te lleva por 10 euros (ida y vuelta) o hacer un tour del barco que lo incluya. Algunos lo ofrecen combinado con almuerzo.
Ruinas del Santuario de Olimpia. Foto Gregorio Mayí.

Puedes comprar la entrada en las mismas  ruinas. Los monumentos fueron construidos en diferentes épocas. Cuando vayas no te pierdas tampoco el Templo de Zeus, construido en el 472  AC, que albergaba la estatua de Zeus, considerado una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo.
Ruinas del Santuario de Olimpia. Foto Gregorio Mayí.

A la salida puedes visitar además el Museo de los Juegos Olímpicos Antiguos y Modernos y el Museo de la Historia de los Juegos Olímpicos de la Antigüedad (9 Euros combinado con las Ruinas de Olimpia). Toma en cuenta que como en otros monumentos no te dejarán entrar con bultos grandes o mochilas. Sí es permitido tomar videos y fotografías.
Museo de la Historia de los Juegos Olímpicos de la Antiguedad, en Olimpia. Foto Gregorio Mayí.

Al terminar tu visita, almuerza en una de las tabernas del pueblo, con auténtica comida griega y echa un vistazo a las tiendas. Al regresar a puerto, recorre la pequeña villa de Katakolon donde hay tiendas y varios monumentos cercanos, entre ellos el Faro de Katakolon y el Museo de Instrumentos Musicales.
Nieuw Amsterdam, de Holland America, anclado en Katakolon, puerto de entrada a Olimpia. Foto Gregorio Mayí.

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